¿Cuándo debo llevar a mi hijo al dentista por primera vez?
Según la Sociedad Española de Odontopediatría cuanto antes se inicie la higiene oral del bebé, menores son las probabilidades de que el niño desarrolle caries y/o enfermedad periodontal. Nuestro principal objetivo con los niños debe ser la prevención, más que el tratamiento.
Es importante hacer revisiones a los bebes antes del primer año. A partir de los seis meses empiezan a erupcionar los dientes temporales y desde ese momento hasta que se cumple el primer año es el momento ideal para que el niño tenga su primera revisión bucal. Los últimos estudios sobre prevalencia de caries en niños menores de 3 años nos indican un claro aumento de la misma, llegando incluso al 25%.
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Primeras visitas al dentista
Las visitas a la clínica cuando todavía los niños son muy pequeños nos sirven para que se familiaricen con las instalaciones, con el personal y con el dentista que le tratará cuando realmente tenga un problema, y eso hará que la experiencia del niño sea agradable y acuda más tranquilo. Hemos de insistir a los padres que no se les debe enviar mensajes negativos en los que se relaciones al dentista con hacerle daño. A veces para evitar que coman chuches o para conseguir que se laven los dientes, enviamos mensajes del tipo “si comes chuches se te harán caries en los dientes y tendremos que ir al dentista y te pinchará”, lo que le creará mucha ansiedad para visitas sucesivas.
Estas primeras visitas también nos sirven para diagnosticar de forma precoz, malformaciones y maloclusiones, muchas veces asociadas al uso de chupete prolongado en el tiempo, es aconsejable no utilizarlo más allá de los dos años, otros niños tienen por hábito la succión de algún dedo que debemos corregir lo antes posible.
Es importante también que los padres sepan lo importante que es la lactancia materna para el desarrollo de la musculatura perioral del bebé, y si es con biberones que estén bien diseñados para que tenga que succionar lo suficiente para desarrollar esa musculatora, así como utilizar tetinas de biberones o chupetes anatómicos que no produzcan maloclusiones o malformaciones. Por último debemos también enviar el mensaje claro de que los niños no se duerman con el biberón con leche en la boca o con chupetes impregnados en azúcares que calmen su llanto.
Cómo limpiar los dientes a un bebé
Es muy importante que los padres sepan cuándo y cómo limpiar correctamente la boca de los niños y los bebés en función de su edad. Desde que nacen y empiezan a tomar leche materna o en biberón, es conveniente retirar los restos con una gasa mojada, para evitar que fermente. Cuando empiezan a erupcionar los dientes a los seis meses serán los padres los que los limpien con dedales de silicona, y según el niño vaya desarrollándose la higiene será compartida por ambos, con cepillos adecuados a su edad y pastas dentífricas en las que controlaremos la cantidad y concentración de flúor adecuadas:
1. Niños menores de 3 años sin pasta (hasta que aprendan a no tragarla) o con pastas fluoradas 1000 ppm en cantidad semejante a un grano de arroz.
2. Niños 3-6 años con la cantidad de pasta equivalente al tamaño de un guisante y 1000 ppm de flúor.
3. Niños mayores de 6 años con la cantidad de pasta equivalente al tamaño de un guisante y 1450 ppm de flúor.
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Cómo enseñar a mi hijo a cepillarse los dientes
Alrededor de los tres años los niños tienen completa la dentición temporal y para entonces ya deben haber adquirido hábitos de higiene oral adecuados. Hasta los 8 años los niños no tienen desarrollada la habilidad motora adecuada para una higiene correcta, por lo que serán los padres los que compartirán el tiempo del cepillado dejando que el niño “juegue” con el cepillo durante un minuto. Posteriormente serán los padres los que acaben el cepillado de forma correcta. A partir de esa edad y hasta la adolescencia es recomendable que los padres supervisen el cepillado nocturno para asegurarse que lo hacen correctamente. Una vez que erupcionen los molares hemos de introducir también el uso del hilo dental. El objetivo es que los niños cojan el hábito de la higiene bucal como una necesidad y no como una obligación, para que así se convierta en rutina que les acompañará toda su vida.
En la clínica dental informaremos a los padres sobre una alimentación sana, saludable y que evite el cónsumo de azúcares, bebidas carbonatadas, zumos, batidos, carbohidratos etc especialmente entre horas en las que no se hace una correcta higiene dental. Si se consumen es conveniente enjuagarse con agua tras la ingesta y hasta que se realice el cepillado de los dientes.
Las revisiones periódicas y la prevención es la mejor forma de mantener una correcta salud oral y evitar tratamiento posteriores.
Dra. Charo Curto Peña
Licenciada en odontología por la Universidad de Valencia (1991-1996)
Especialista en odontología Estética por la UCM (1998-2000)